Historias de Himnos
Título en Alemán: Nun danket alle Gott
Letra: Martin Rinkart 1636 (1586-1694)
Música: Johann Crüger 1647 (1598-1662)
Traducción al Español: Walton J. Brown 1961
(1913-2001)
Martin Rinkart nació en Leipzig, Sajonia, Alemania
el 23 de Abril 1586. Su padre era un cobrero de bajos recursos. A pesar de ello
Rinkart logró entrar a la universidad de Leipzig. Fue chantre (maestro cantor o
del coro) de la iglesia de Eisleben.
A los 31 años fue nombrado archidiácono Eilenburg
donde sirvió durante 31 años. A lo largo de su vida tuvo que soportar diversas
adversidades, incluyendo guerras, plagas y hambrunas. Brindó asilo a muchas
víctimas de la guerra, y durante un brote de peste en 1637 y como único pastor
sobreviviente tuvo que oficiar hasta 50 funerales por día, más de 4000 ese año,
incluyendo el de su esposa.
A pesar de todo, Rinkart escribió varios himnos
durante este periodo de dificultades. A ti, glorioso Dios es su himno más
conocido y se publicó por primer vez en 1636.
La música la compuso Johann Crüger, alrededor de
1647. Crüger nació el 9 de abril de 1598 en Groß Breesen, Alemania. Su primer
contacto con la música fue en Lateinschule. En Regensburg recibió entrenamiento
musical de Paulus Homberger. Estudió teología en Berlín en 1616 y en Wittemberg
en 1620. Crüger compuso varios conciertos, y en 1647 editó el himnario luterano
más importante del siglo 17 titulado Praxis
pietati melica (práctica de la piedad en la canción).
Johann Crüger se casó con una viuda en 1628. Durante
la guerra de los treinta años se enfermó de la plaga, y en 1636 perdió cinco de
sus hijos y su esposa. En 1637 luego de recuperarse se casó con una mujer de 17
años con quien tuvo 14 hijos, muchos de los cuales fallecieron en su niñez. Falleció
en Berlín el 23 de febrero de 1662.
A ti, glorioso Dios,
Cantamos alabanzas;
Rendímoste honor
Por todas tus grandezas.
Nos das tu bendición
En nuestra senda aquí;
Nos guiarás, Señor,
A tu mansión allí.
Ven siempre, oh gran Dios,
Muy cerca de nosotros;
Con celo y con fervor
Queremos ir a otros.
Tu brazo protector
Del mal nos guardará;
En lucha y aflicción
Consuelo nos será.
Oh Padre, eterno Dios,
Cantámoste loores,
Y al Hijo Redentor,
Señor de los señores,
Y al Santo Espíritu,
El gran Consolador:
Al grande, trino Dios
Cantamos con fervor.
Partitura del himno A ti glorioso Dios